El juego y todos los medios y recursos que desde él se pueden desplegar, son unas herramientas muy útiles y sin dudas eficaces para educar y mejorar los comportamientos y los hábitos de vida. Estamos ante un buen ejemplo de cómo el diseño adapta sus formas y capacidades para comunicar, acompañando. No impone pero sí enseña. Los beneficiarios serán todos los enfermos infantiles de diabetes.